19.1.05

Carta abierta a Semidios

O sobre los calcetines

Más bien Semidios, lo tuyo es una bendición... o al menos una relación práctica.
Verás, mi problema con los calcetines es que después de integrar algún par a mi zoo tiendo a clasificar y dosificar. Los coloridos para un día intenso, los oscuros para un día rápido, tengo para los días fríos, los solemnes, los irreverentes, los cándidos, los perversos. En días, precisamente, de limpieza y orden, los doblo todos perfectamente y al meterlos al cajón formo una escala gradual de grises del lado derecho junto a un paisaje pixeleado con los rojos dededitos, los verdes destambre, los blanco-deportivos con algún tilde. En fin.
Mi problema es que casi todos llegan a viejos. Tal parece que no se saben retirar a tiempo y terminan arrinconados... he notado que envejecen casi siempre en pareja, a menudo cambian de color, se adelgazan, pálidos pabellones.
La maldición, Semidios, es que yo no tengo el alma para tirarlos ni ellos para largarse.