22.1.05

El sueño de Extremadura

Mientras camino por este blog surgen figuras, constelaciones de signos que interpreto, a partir de similitudes y diferencias (ambas valiosas). Veo la diapositiva de los calcetines ordenados fanáticamente contrapuesta a un sueño de hace cinco años.
→Entonces vivía en la calle de Extremadura, un eje ruidoso y cálido surcado por trolebuses y en las noches de aquellos días soñaba recurrentemente con incendios. Imágenes de flamas mefísticas que ardían sin quemar sobre una ciudad atávica, La ciudad. En la que yo, el soñante, vivía. El sueño está obvia e íntimamente ligado a mi experiencia en la calle, era la sensación precisa de la calle que no me abandonaba ni siquiera soñando. En aquellos tiempos caminaba y rodaba (en bicicleta, en micro y macro buses) buena parte de mis días. Corrí, seguramente tropece algunas veces, intentaron asaltarme más de una vez, presencie otros asaltos más exitosos, un asesinato. Todo en la calle; por no recordar también marché, corrí, me arrestaron en manifestaciones en la calle, incluso alguna vez me desnudé en la calle para manifestar algo importante.
→La otra diapositiva, contrapuesta: los calcetines y el orden dentro del cajón, cajón como casa, contención. Y la casa, la institución, y por proyección, la familia, ese edificio biológico que arde sin quemarse desde ...